Sotavento

Nacido de la náutica y la meteorología, el sotavento es la zona que queda resguardada del viento dominante, lo opuesto al barlovento. Sin embargo, lejos de implicar calma, el sotavento también puede ser un lugar de fuerza y resistencia, donde los vientos que se canalizan entre montañas o valles soplan con intensidad, transformando la tierra, el clima… y también el vino.

Partiendo de esta dualidad —protección y fuerza— construimos una identidad visual que pone en el centro una ilustración cargada de simbolismo. En ella, un hombre se aferra con fuerza a una cepa de vid mientras el viento lo azota con violencia. No es solo una imagen impactante, es una metáfora del esfuerzo humano, la conexión con la tierra y la resiliencia frente a las inclemencias. Un homenaje al viticultor que trabaja en condiciones difíciles, domando el entorno para crear algo excepcional.

La ilustración, rica en detalles y con una composición dinámica, refleja ese diálogo entre el hombre, la naturaleza y el vino. Todo el sistema gráfico se construye en torno a esta narrativa: un vino nacido del viento, de la lucha y del arraigo.