Un proyecto tan rompedor como su etiqueta. 420 es un vino con esencia de cáñamo que desafía lo convencional tanto en sabor como en estética. Para reflejar su carácter libre, vibrante y contracultural, diseñamos una etiqueta que mezcla el universo psicodélico con referencias pop y códigos visuales del imaginario cannábico.
Diseño
El diseño de la botella apuesta por una composición cromática llamativa, con una explosión de rosas, naranjas y verdes que evocan un atardecer irreal —casi lisérgico—. La tipografía orgánica se funde con nubes flotantes y hojas de cáñamo en la parte inferior, enmarcando el número 420 como declaración de intenciones.
El resultado es una botella con fuerte presencia gráfica, pensada para destacar y conectar con un público joven, curioso y sin prejuicios.